Marta Breno, esposa de Isaías Quilahueque, relató el dramático suceso que marcó su vida. Con solo 21 años, Marta vivía junto a Isaías, de 27 años, y su bebé de 10 meses. Isaías, maquinista en una embarcación, se vio forzado a partir en una misión el 17 de abril, dejando atrás a su familia.
El destino tomó un giro inesperado. Isaías, con la muñeca derecha quebrada y en proceso de rehabilitación, no esperaba ser enviado a la guerra. Con el corazón partido y con su hijo recién despertado de madrugada para despedirlo, presintió que no volvería.
Una carta llegó el día fatídico, donde Isaías prometía regresar y ser recordado como un héroe. Pero esa promesa quedó truncada. Los jefes de la Base Naval trajeron consigo la realidad devastadora: Isaías no volvería.
Años después, la herida sigue abierta. La incertidumbre de su destino, la falta de explicaciones, atormentan a Marta y su familia. Sin respuestas, sin cierre, solo queda el dolor y el recuerdo de un hombre valiente que desapareció en el océano, dejando un vacío imposible de llenar.