Miguel Vidal, subdirector de Cáritas, reveló la extensa labor de la iglesia en cada parroquia y capilla, donde se brinda asistencia no solo en alimentos, sino también en áreas como limpieza, transporte y cuidado.
La pobreza va más allá de la falta de alimentos, según Vidal, abarcando necesidades básicas como acceso a la educación, transporte, y medicamentos. Esto ha llevado a un aumento en la demanda de ayuda.
Cáritas en Bahía Blanca opera alrededor de 25 sedes parroquiales, distribuyendo alrededor de 1000 bolsones de alimentos por sede, además de brindar apoyo a merenderos y otros espacios comunitarios.
Aunque la colaboración municipal es valorada, las organizaciones como Cáritas enfrentan desafíos logísticos y financieros para satisfacer las demandas crecientes.
Cáritas no se limita a la asistencia alimentaria; también apoya a productores locales y brinda ayuda en emergencias, como la reorganización de viviendas después del temporal de diciembre.
En un llamado a políticas más inclusivas y comprensivas, Vidal instó a un enfoque integral para abordar las complejas realidades de la pobreza y mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
Esta entrada ha sido publicada el 28 de marzo, 2024 13:38
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