Vivian Sánchez es administrativa y trabaja en Avellaneda al 600. El pasado martes 19 de marzo a las 17 horas salía del trabajo y se dirigía a la parada de colectivo cuando fue abordada por motochorros.
“Estaba por llamar a mi familia para avisarle que ahora iba a mi casa y me robaron el celular. Fue tan rápido que no me percaté. Creí que era un niño que justo salía de la escuela y quería sobrepasarme”.
“Te da mucha impotencia y bronca. En esta zona hay mucha inseguridad, los vecinos lo cuentan todos los días. Ya no somos libres de caminar tranquilos por la calle. ¿Acaso ahora tengo que pedirle permiso al chorro para salir? Tengo mucha bronca. No es por ser materialista pero todo cuesta mucho y te lo sacan como si nada” aseguró a Siete Mundo.