Luciano Scatolini, autor del libro “Planificar la ciudad en tiempos de desigualdad”, pasó por Bahía Blanca y manifestó que durante una década, un programa como el PROCREAR, de gran alcance benefició a medio millón de familias argentinas, lo que equivale a un impacto directo en la vida de dos millones de personas. Sin embargo, a pesar de este esfuerzo, el déficit habitacional en Argentina sigue en aumento. Para muchas familias trabajadoras, acceder a una vivienda propia sigue siendo una meta casi inalcanzable.
Además dijo que es crucial analizar cómo ha evolucionado el poder adquisitivo del salario en las últimas dos décadas. “Cuando la sociedad pierde poder adquisitivo, también se dificulta el acceso a viviendas dignas. Además, las políticas públicas deben considerar la infraestructura, los servicios y el equipamiento de manera integral, sin favorecer solo a ciertos barrios privilegiados en detrimento de otros más necesitados“, dijo Scatolini.
“Mientras algunos disfrutan de seguridad en barrios cerrados, otros se ven obligados a habitar en villas y asentamientos precarios. Este panorama nos enfrenta a una realidad de fracaso social, donde hay ganadores con acceso a bienes y servicios, y perdedores condenados a la inseguridad jurídica y ambiental“, manifestó.
Y concluyó que es imperativo repensar nuestras políticas de vivienda y desarrollo urbano para construir una sociedad más justa e inclusiva, donde todos puedan disfrutar del derecho fundamental a un hogar seguro y digno.
Esta entrada ha sido publicada el 19 de marzo, 2024 17:35
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