Una familia destrozada por la muerte de David en el Balneario Maldonado

En una jornada que prometía ser un domingo caluroso y relajado en el Balneario Maldonado, un trágico accidente marcó la vida de David Ismael Vera Chiavetta, un joven de 15 años, que vivía en el barrio Martín Fierro de Bahía Blanca. Había ido acompañado por un amigo y uno de sus hermanos mayores (son 5), y disfrutaban como lo hacían asiduamente del lugar, cuando la noticia golpeó inesperadamente.

Según contó un familiar del fallecido, cerca de las 3 y media de la tarde, el hermano, Samuel, de 19 años, notó su ausencia. Inicialmente pensaron que podría estar jugando fuera de la pileta, pero sus temores crecieron al no encontrar rastros del joven.

Con el correr de las horas y el creciente desconcierto, la desesperación alcanzó su punto máximo. Según contaron a Canal Siete, al percatarse de la desaparición del chico, algunos testigos alertaron a los guardavidas, luego a policía, quienes realizaron una búsqueda en vano antes de que el cuerpo fuera finalmente recuperado del agua, algunas horas después.

Las circunstancias exactas del incidente, aún no están claras. Se especula que podría haber sido una travesura propia de la adolescencia, aunque no se puede confirmar cómo fue qué llegó a ese sector y nadie pudo divisarlo.

La noticia devastadora llegó a oídos del padre del joven, Juan Pablo, quien se encuentra trabajando en Buenos Aires, en el rubro de la construcción y como sereno. En camino hacia la ciudad, el progenitor se enfrentaba al dolor de la pérdida de su hijo.

Por su parte, la madre del joven, Marina, se enteró de la terrible noticia, a través del familiar del amigo que lo había acompañado esa tarde, ya que en ese momento ella no se encontraba en el Balneario.

David venía de una familia humilde, asistía regularmente a la iglesia evangélica y, según sus allegados, era un joven muy querido. Le gustaba la música, era un chico muy aplicado. Además siempre andaba sonriente.

El año pasado un incendio había destruído su casa en Nicolás Pérez al 1600. En aquella oportunidad en agosto del 2023, tuvieron que pedir ayuda, porque se quedaron solo con lo puesto.

Esta vez la noticia ha dejado a sus cercanos atónitos, incapaces de comprender cómo pudo ocurrir semejante tragedia y buscando respuestas a través de testigos. Hoy el dolor es muy profundo para sacar conclusiones, pero el recuerdo seguirá latente.

Por estas horas, será la última despedida para este joven de 15 años, que la muerte lo encontró inesperadamente. Lo velarán en Bonacorsi, Mitre 468.

NO ES LA PRIMERA VEZ QUE PASA EN EL BALNEARIO

Hugo González tenía 19 años, y un 8 de diciembre de 1985, había ido acompañado por una familia del barrio Rucci.

Según contó su hermana, María Inés, tras el hecho conocido ayer, le trajo ingratos recuerdos de aquel momento, en el que no saben aún qué pasó, pero desapareció y no lo encontraban.

Hasta que su famiilia llegó al lugar, cerraron el Balneario y manifestó que se atrasó la búsqueda porque no querían vaciar la pileta, hasta que lograron encontrarlo. No estaba en el sector de compuertas, sino en el medio de la pileta.

“Por esta desgracia, nunca fui al Maldonado, me quedó miedo y tristeza”, dijo María Inés.

Luego en enero del 2016, María Cristina Fernández, de 40 años, estaba practicando natación en posición ventral y dorsal sufrió un incidente cuando quedó en posición ventral (hacia abajo), sorprendiendo a los guardavidas, ya que ese sector del agua generalmente es utilizado por menores.

Fue retirada rápidamente del agua, donde se le realizaron compresiones torácicas. Posteriormente, se utilizó un desfibrilador y se continuó con las maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta la llegada de la ambulancia, pero no revivió.

Se descubrió que la mujer sufría de epilepsia, según un carnet de discapacidad encontrado entre sus pertenencias.

UN ESPACIO PARA DISFRUTAR, PERO NO DESCUIDARSE

El Balneario Maldonado es el epicentro de verano para muchas familias, que aprovechan la gratuidad de la entrada este año, para acercarse y pasar las altas temperaturas que azotan la ciudad.

Cada jornada pasan cientos de personas y muchos no toman noción ni conciencia, de la peligrosidad que genera la pileta, no solo para niños y jóvenes, sino también para los adultos. Si bien se cuenta con servicio de guardavidas, a veces hay accidentes que en cuestión de segundos pueden cambiar la vida de cualquiera.

Es un llamado de atención lo que ha ocurrido en las últimas horas, la triste noticia, golpeó fuerte y deberá redoblar los esfuerzos de las autoridades para evitar mayores víctimas.