Luego del temporal y del desastre que dejó en muchos barrios de la ciudad, hay mayor demanda de ayuda alimentaria en las familias y el apoyo es insuficiente de los merenderos, porque no dan a basto a cubrir la demanda.
La idea es cocinar y compartir recursos entre vecinos para ayudar a los afectados por la catástrofe. Por eso Teresa Troncoso del Merendero “Todo Corazón”, sostiene que hay colaboración con autoridades y delegaciones locales para ayudar en la cocina y proporcionar lo esencial.
También hay diálogo constante con familias en dificultades, ofreciendo refugio y apoyo material.
Los merenderos son testigo de primera mano de las consecuencias, la devastación y por eso mismo ofrecen asistencia variada, desde ropa hasta apoyo emocional, a las familias que se quedaron sin nada.