La Emergencia social en los alimentos, pega duro en la realidad de los comedores comunitarios. La situación es crítica en los barrios y la creciente asistencia en merenderos y comedores, donde la solidaridad de la gente se ve afectada por dificultades económicas.
Hubo un aumento significativo en la cantidad de familias necesitadas de ayuda para alimentación debido a la pérdida de trabajos y la subida de precios en alimentos básicos, lo que dificulta mantener y sostener la ayuda en los comedores comunitarios.
Los precios de alimentos básicos como la carne se han vuelto un lujo, generando dificultades incluso para proporcionar una comida digna a los abuelos que asisten.
Stella Correa, destacó la solidaridad de personas que donan alimentos y colaboran en la preparación de comidas para los más necesitados, incluso con limitaciones financieras propias.