El suicidio es un problema importante de salud pública con consecuencias sociales, emocionales y económicas de gran alcance. Se calcula que actualmente se producen más de 700 000 suicidios al año en todo el mundo, y sabemos que cada uno de ellos afecta profundamente a muchas más personas.
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio fue establecido en 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS). La jornada, que se celebra el 10 de septiembre de cada año, tiene como objetivo centrar la atención en el problema, reducir el estigma asociado a él y crear conciencia entre las organizaciones, gobiernos y el público, dando el mensaje singular de que el suicidio puede prevenirse.
Hugo Kern, en rueda de prensa, especialista Salud Mental y Adicciones, habló del impacto de la salud mental en la agresión, la intolerancia y las reacciones violentas en la sociedad, particularmente durante la pandemia.
Destacó la importancia de la detección temprana y la atención continua a niños y adolescentes que han mostrado conductas suicidas. Además hoy en día se discute el aislamiento como un elemento clave que conduce a la desconexión de nuestro entorno, lo que resulta en una visión negativa de la vida.