Argentina se sumó en los últimos días a la lista de países en los que la gripe aviar ha cobrado un nuevo status epidemiológico al pasar de las aves a los mamíferos.
Esta escalada de la enfermedad supone un mayor riesgo, según lo declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS): la distancia entre el virus y los seres humanos se acorta.En todos los casos se considera que los contagios se han producido por el contacto de los mamíferos con aves infectadas, sea a través del alimento o la exposición ambiental.
En Argentina las víctimas fueron los lobos marinos. Ya se detectaron muertes en playas de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut (Península Valdés), Río Negro y provincia de Buenos Aires (Mar del Plata, Necochea y Monte Hermoso).
Las autoridades de todas las zonas costeras afectadas en el país están pidiendo a la población que no concurran a las playas en las que aparecieron lobos marinos sin vida, y que en especial no lo hagan con mascotas, como perros, para evitar la eventualidad de que alguno pueda tomar contacto con el virus a través de un lobo marino o ave infectada.