Dos policías de la ciudad le salvaron la vida a un bebé de 45 días que se estaba ahogando en medio de un viaje de transporte público.
Según contaron a Canal Siete, Maximiliano Camilleri y Maximiliano Altamirano salían de franco a las 15hs del jueves. Normalmente van a la parada de colectivos de Moreno y Vieytes para tomarse la 506 pero la perdieron, así que esperaron un rato más. A los pocos minutos, pasó la línea 514 y atrás venía la 506, sin embargo, decidieron subirse al primero. “A lo mejor llegamos antes”, creyeron.
Quizá el destino quiso que, por alguna razón, ellos se tomaran justo ese colectivo.
Al subir, se fueron a la parte de atrás e inmediatamente escucharon gritos y pedidos de ayuda. Era una abuela, con su hija de 17 años y su nieto, Benjamín, de 45 días, que tras una convulsión se estaba ahogando con su propia saliva.
Rápidamente debieron actuar porque “una persona que pierde el conocimiento, a los 3 minutos ya no le llega oxigeno al cerebro y en un bebé más aún”, relataron.
Los uniformados le pidieron al chofer que detenga la marcha para poder realizar la maniobra de Heimlich que, en los bebés, se debe hacer de manera especial colocando dos dedos abajo de la tetilla, en el esternón, para que largue lo que le obstruye las vías.
En medio de los minutos de extrema tensión y con el colectivo lleno de gente, Jonathan Henriquez, el chofer, decidió desviarse del recorrido habitual e ir hacia el Hospital Municipal. Cuando llegaron a las calles Bravard y Vicente Lopez, el policía Camilleri bajó y fue a pedir ayuda a emergencias.
Finalmente, el bebé fue recibido por un equipo médico y ahora permanece internado en Terapia Intensiva.
El bebé tuvo convulsiones previas y la familia lo resolvió espontáneamente. Sin embargo, tras reiteradas veces que convulsionaba, deciden llevarlo al Hospital Penna. Aparentemente, allí no pudieron recibirlo.
Cuando consultaron para ingresarlo a neonatología, les habrían informaron que solo atienden bebés de hasta 40 días y Benjamín, tiene 45 días de vida. La alternativa era ir a pediatría, pero en el Penna ya no funciona debido a la crisis por la falta de profesionales.
Es por eso que la madre, entre tanta desesperación, decide tomarse un colectivo para acercarse al Hospital Municipal.
Allí fue que afortunadamente se encontró con los dos policías que ordenaron al chofer cambiar el recorrido y llegar directamente al centro médico.
Según informó la doctora Graciela González Prieto, el bebé ingresó tras siete episodios de convulsiones que presentó desde la mañana. “Es un niño de riesgo, con un crecimiento intrauterino lento y con malformaciones congénitas que los pediatras están estudiando. Las convulsiones parecen asociarse al mal funcionamiento de la glándula paratiroides que en este caso provocan una baja de la calcemia. Tiene algún defecto también en el corazón que por el momento no tiene indicación de reparación quirúrgica pero que si eso no se cierra, habrá que hacerlo“.
“Fue muy complejo el tratamiento inicial. A veces las convulsiones si son repetidas, entran en lo que nosotros llamamos estatus epilepticus, donde el cerebro recibe como sacudidas dentro del cráneo y se ve afectado constantemente, entonces eso le haría mucho daño. Al ser un bebé de 45 días, la plasticidad de ese cerebro es buena”.
“El niño va a quedar con medicación para las convulsiones y lo que hay que evaluar bien es el resto de las cosas que tiene y prevenir el mal funcionamiento de esa glándula, y después ver que pasa con su corazón”, aseguró.
Esta entrada ha sido publicada el 12 de mayo, 2023 12:46
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