El allanamiento fue realizado por personal de la delegación local de la Dirección de Investigaciones de Cibercrimen y se llevó a cabo en una vivienda de calle Brown al 1900.
Se secuestró telefonía celular, pendrives, discos de almacenamiento externos y otros dos de una computadora.
La investigación comenzó tras la denuncia de un médico quien atendió a la víctima en la guardia de un hospital y advirtió lesiones compatibles con un presunto abuso.
El imputado está acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado.