Desde hace unos años comienzan a mirarse con mayor preocupación distintos estudias que señalan que los cabezazos en el fútbol provocan mayores riesgos de sufrir enfermedades neurológicas en los jugadores.
Ante esto, la Federación Inglesa de Fútbol decidió, en 2020, prohibir que los chicos de entre 6 y 11 años a cabeceen la pelota en los entrenamientos.
Según el especialista bahiense Ramiro Linares, esta debería ser una medida a imitar ya que los futbolistas tienen tres veces más de posibilidades de sufrir problemas neurológicos que las personas que no hayan practicado ese deporte. “El impacto que esto tiene en lo cognitivo es muy alto, porque multiplica por tres el riesgo de tener algún tipo de enfermedad neurológica degenerativa”.
“Es duro de aceptar todo esto porque a ver uno lo tiene muy instalado en el concepto del cabeceo como parte del juego de fútbol. Y parece ser muy difícil que podamos decir que no hay que cabecear o no hay que tomar determinadas medidas para disminuir este riesgo, pero a la luz de los datos de hoy en día yo lo considero como una necesidad, como algo emergente para cuidar la salud de la población en el largo plazo. Es como estar dándoles pequeños golpes, permanentemente, en la cabeza. A nadie le parece algo correcto. Este tipo de medidas, generalmente, se evalúan en su impacto con la historia. Es decir, cuando uno tuvo que históricamente tomar cambios en la dieta como comer sin sal o cuando se empezó a considerar que el fumar era peligroso. Bueno esto forma parte de toda esta situación y de una necesidad de cambio que se ve como algo evidente”, señaló el neurólogo.
En ese sentido Linares remarcó que no es raro que un futbolista que haya tenido un desarrollo profesional tenga, en algún momento, problemas relacionados con lo neurológico. “Esto se relaciona, principalmente, con un problema que se llama encefalopatía traumática crónica. Un problema que afecta a las personas que por algún motivo reciben con frecuencia traumatismos de cráneo y estos traumatismo no tienen por qué ser graves o severos y pueden ser repetidos no tan importantes. Pero la repetición a lo largo de los años es lo que trae aparejado este tipo de problemas”.
“El cerebro está adentro del cráneo sumergido en el líquido flotando de alguna manera dentro de ese cráneo y los pequeños traumatismos provocan que ese cerebro se desplace y se golpee contra las paredes que lo envuelven. Eso, con el tiempo, va generando un determinado daño que generalmente no se observa en estudios habituales, como puede ser una resonancia magnética o una tomografía. Pero cuando uno evalúa pacientes o personas que han estado relacionadas con deportes que provocan traumatismos de este tipo uno ve en sus biopsias de cerebro o en sus autopsias la presencia de este tipo de alteraciones más que en otras personas que no las han practicado”, aseguró.
Esta entrada ha sido publicada el 7 de agosto, 2022 19:18
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