Siguen generando repercusiones las palabras pronunciadas por la madre de Chano Charpentier en una jornada de reflexión en el salón Auditorio del edificio anexo del Senado de la Nación. Allí les hizo un fuerte reclamo a los legisladores a 11 años de la sanción de la Ley de Salud Mental y Adicciones
Marina Charpentier, que es licenciada en trabajo social y especialista en adicciones, aclaró que se encontraba allí como representante de cientos de mamás que le imploran que hable por ellas.
“Mi hijo tiene 40 años y hace 20 que sabemos que es adicto y damos esta batalla. Hace 20 años que yo no tengo un sábado en paz, que no puedo dormir con el teléfono apagado, porque no se qué va a pasar con mi hijo al día siguiente. No sé si cuando amanece va a estar vivo”, señaló la mujer.
Marina pidió cambios en la ley: “Yo vengo acá para preguntarles a ustedes: cómo van a hacer para ayudarnos, porque la ley que tenemos no me ayudó. Tengo posibilidades económicas y pude internar a mi hijo un montón de veces en comunidades carísimas que valen más de lo que gana un diputado o un senador, pero tantas madres no pueden hacer eso”.
En Siete Mundo Especial el Unidad de Prevención y Asistencia en salud Mental y Adicciones, Hugo Kern habló sobre el caso concreto del ex líder de Tan Bionica y de las situaciones similares que viven muchas familias en nuestra ciudad.
“Esta mujer (por Marina Charpentier) da un testimonio del sufrimiento que implica para una familia cuando hay un consumo problemático. El desconcierto y la incertidumbre con la que tienen que vivir cotidianamente. Esto que dice no puede apagar el teléfono, y el sufrimiento humano que esto implica, es como para no relativizar la problemática de las adicciones”, aseguró el Licenciado en psicología.
Además Kern pidió enfocarse en una segunda cuestión, que es la reiteración de los episodios en el tiempo. “Ella misma dice que hace 20 años que está con este problema. Es decir, cuando nosotros tenemos un problema que hace 20 años que nos está pasando, estamos frente a un problema crónico. Es decir que la urgencia es producto también de las dificultades para tener un tratamiento”, aseguró.
Por otra parte, Kern explicó que no cree que el problema para resolver estas situaciones sea la reglamentación que está vigente. “Para que quede claro, el problema no es la ley, sino, en todo caso, la falta de capacitación de los agentes que tienen que intervenir. Hay situaciones traumáticas como ésta, en las cuales sentís que no le importa a nadie y que todo el mundo te deja solo”.
También el especialista aseguró que las internaciones compulsivas deben ser la última medida que debe tomarse en estos casos y advirtió que de hacerse de manera prematura podría ocasionar otros problemas al paciente.
“La internación compulsiva es cuando el equipo que te está tratando dice que para asegurar la continuidad del tratamiento, para poder asegurarse que esté haciendo el tratamiento, para poder asegurarse que no se dañe y no se complique más de lo que está se procede a una internación. Esa internación obviamente para que no haya privación ilegítima la libertad tiene que ser un programa de autoridad judicial”.
“De 100 personas que tienen el problema de consumo, una o dos necesitan de una internación. La comunidad tiene que tomar conciencia de esto. Así como una cirugía es un acto que se realiza cuando es necesario, las internaciones siguen más o menos el mismo criterio no es la voluntad. Se aleja a la persona del entorno inmediato. El problema que tiene eso es que cuando vuelve a su entorno vuelve a tener las recaídas que aparecen a posteriori. Una internación prematura puede ser peor. Cuando sucede la recaída, es muy frustrante para todas las familias. Esto es y será un circuito de recaídas permanentes que afectan fuertemente la autoestima de la persona y generan un impacto en el entorno”, finalizó.
Esta entrada ha sido publicada el 4 de junio, 2022 22:34
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