Stella siempre vivió en el barrio Noroeste, la necesidad nunca le fue ajena. Siempre se involucró para colaborar con sus vecinos.
Comenzó con un roperito en su vivienda de Roca al 1600, pero los pedidos de la gente eran tales, que tuvo que comenzar a cocinar y asistir no solo a familias enteras, si no también a abuelos que vivían en extrema vulnerabilidad.
Hoy nos metimos en la cocina de Stella, mientras prepara la comida que entregará nos cuenta de la pobreza, la necesidad de trabajo y la contención desinteresada que brinda diariamente.