Ariana Grandon tiene 20 años y se define como una sobreviviente del cáncer.
A los 15 años, casualmente después de su fiesta, se enteró que tenía cáncer y debía comenzar el tratamiento.
Llena de miedos y dudas, comenzó a transitar la enfermedad sabiendo que debía dejar de lado su adolescencia.
Así, entre médicos, pasillos de hospital, términos específicos de la enfermedad e interminables quimioterapias tuvo que someterse a una nueva vida y llenarse de coraje.
Atravesó la pandemia, con todo lo que eso significa. Estuvo aislada de sus afectos, de los propios amigos que hacía en el hospital y de todas las demostraciones físicas de cariño. Pero siempre codo a codo con su madre, que retrataba en fotos y capturaba en videos su cotidianeidad.
Fueron cinco años en total los que vivió en Buenos Aires, el secundario completo, hasta que un día no hubo más tumor. Ari no lo creía porque en ocasiones anteriores había pasado lo mismo, se ilusionó y sin embargo volvía a estar ahí. Pero esta vez era cierto.
Ella hoy es estudiante de chef, hace fotografía y además tiene un pequeño emprendimiento familiar de venta de comida. Lo hace para tener su propio dinero y ayudar en su casa, ya que no consigue trabajo. ¿Por qué? No tiene experiencia. Durante los años previos, ha tenido que pasar los días más duros de su vida, que la han alejado de las vivencias propias de una chica de su edad.
Ahora junto a su familia tienen el emprendimiento “Comida en Casa”. Para ellos es muy difícil a veces costear los gastos y obtener la materia prima, por lo que necesitan ayuda.
Para colaborar con Ari y su familia, contacto: 2914043330
