Qué es la enfermedad de mano-pie-boca, tan viral y contagiosa en los más chicos

Mano-pie-boca, herpangina y resfrío son algunas de las enfermedades que resurgieron con el retorno a la presencialidad plena en las escuelas originadas por virus que se suman a la circulación adelantada de la influenza, y que, además, junto a las bajas temperaturas favorecen las exacerbaciones en niñas, niños y adolescentes con asma, señalaron especialistas al dar un panorama de los cuadros respiratorios que se ven este año.

Se trata de una infección viral leve y contagiosa que es frecuente en los niños pequeños (de 1 a 4 años, pero se puede tener a cualquier edad, incluso en adultos) y se caracteriza por la presencia de llagas en la boca y erupciónes cutáneas en manos y pies.

La enfermedad es causada por el virus Coxsackie A16 y este puede propagarse por las secreciones de la nariz y la garganta, como la saliva, el esputo o la mucosidad nasal, después de que una persona enferma tosa o estornude; por el contacto cercano, como besarse, abrazarse o compartir tazas, vasos o cubiertos; por las heces, como cuando se cambian pañales, y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca; o por el líquido de las ampollas.

Tiene un periodo de incubación de tres a seis días y los síntomas generalmente incluyen fiebre, dolor de garganta, pérdida del apetito y malestar tres a seis días después de contagiarse el virus; llagas en la boca uno o dos días después de que haya comenzado la fiebre (suelen comenzar como puntitos rojos que luego se convierten en ampollas, y pueden volverse dolorosas) y sarpullido en las palmas de las manos y las plantas de los pies (aunque tmbién podría aparecer en las rodillas, los codos, las nalgas o el área de los genitales). La mayoría de los niños tiene síntomas leves durante 7 a 10 días.

Dado que esta enfermedad es frecuente en escuelas y guarderías infantiles, los expertos recomiendan que los niños se aíslen en sus casas mientras presentan síntomas. Además, como medidas de prevención son tambien importantes la higiene de las manos, la desinfección de lugares comunes donde están o asisten los niños; y la desinfección de lo que manipulan y comparten (juguetes, lápices, superficies: mesas, pisos).