Viviana y su familia están realmente desesperados, en el mes de enero comenzó a fisurarse su vivienda ubicada en Knout 4047 y desde ese momento no paró.
Reclamaron y golpearon varias puertas, pero lo que le dijeron es que ”no hay casas para darle”. Ellos necesitan una solución.
Un ingeniero les advirtió que la casa se está hundiendo y con ella recuerdos, nostalgias, sueños y trabajo, mucho trabajo de varios años.
Esta entrada ha sido publicada el 25 de marzo, 2022 11:30
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