Eduardo Ochoa es dueño de una casa que hace un año le usurparon. La compró en el año 1994, está ubicada en Villa Harding Green y vivió allí hasta hace cinco años que se mudó a la casa de su esposa.
Para que la vivienda siga en mantenimiento y no quede sin habitar, a través de comodatos, Eduardo decidió ofrecerle a familiares o conocidos para que vivan en el inmueble.
En un momento, una pareja de recién casados se mudó allí, pero se separaron y quedó viviendo solo el hombre. Al tiempo, esta persona decide traer a vivir consigo a su hermana y su cuñado. Le piden a Eduardo tramitar otro comodato, pero este solo lo hace por seis meses, por lo que en marzo venció.
Al mismo tiempo, Eduardo se entera por los vecinos, que estos “inquilinos” hacían disturbios, molestaban a los vecinos y causaron destrozos.
Para evitar mayores conflictos, le pide a estas personas que se vayan y le den la casa pero se niegan y empiezan los problemas.
Al tiempo, un conocido de Eduardo le comenta que los ocupantes habían puesto la casa en venta y al averiguar, se entera que todos esos papeles son falsos.
En diálogo con Canal Siete, contó que él cuenta con todas las escrituras correspondientes, los impuestos a su nombre y las denuncias que manifiestan el delito.
La causa está en la UFI Nº 8, a cargo del fiscal Marcelo Romero Jardín.
Hace unos días a Eduardo le llegó una notificación donde se le avisa que van a archivar la causa. “Me agarró la locura, esta gente se queda con mi casa, con lo único que tengo“, manifestó y aseguró que acude a los medios porque está desesperado y ya no sabe qué más hacer.
“El fiscal me pidió dos millones de cosas, todo lo que me pidió se lo llevé, y esta gente que me usurpó la casa le mostró todo papeles de compra-venta truchos , fechas truchas, pusieron de testigo a personas que dicen que compraron la casa en el 1993, pero en ese momento esos testigos tenían 3 y 6 años, no entiendo qué tipo de testigos pusieron“, aseguró.
Esta entrada ha sido publicada el 8 de diciembre, 2021 14:43
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