Disminuir la velocidad salva vidas. El conocido slogan de la campaña de Luchemos por la Vida resulta más que adecuado ante el próximo lanzamiento mundial, el 28 de octubre, del Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial, promovido por las Naciones Unidas, para reducir los muertos en todo el mundo, al menos, un 50% en 10 años. Para lograrlo, el llamado va acompañado de una propuesta de metas de acción para esta década.
El objetivo reducir a 30 km/h la velocidad máxima para hacerlas más seguras, saludables, verdes y habitables.
Luchemos por la Vida y Madres del dolor, ONG referentes en Argentina, se comprometieron especialmente en difundir e impulsar esta propuesta en el país. Y los resultados, hasta el momento, son promisorios. Las autoridades de 26 municipios ya se han comprometido a implementar cambios en sus ciudades en esta dirección. La ciudad de Bahía Blanca ya lo implementa y mide sus positivos efectos.
Bahía Blanca, 300.000 habitantes al sur de la provincia de Buenos Aires, legisló y puso en vigencia la “zona 30” en las 36 manzanas del centro bahiense y en la carretera de Parque Mayo, el pulmón verde de la ciudad. Y sus mediciones de siniestralidad vial ya están mostrando una reducción del 67% en la cantidad de siniestros acaecidos en la zona desde la implementación de la medida en comparación con igual período del año 2019 (16/5/21 hasta el 30/9/21).
Resultados alentadores que se verán, sin duda incrementados, con la continuidad de controles eficaces y sanciones efectivas que demuestren que esta política llegó para quedarse para el cuidado de la vida de los habitantes de la ciudad. Un ejemplo a seguir.