Son quienes preparan y están presentes en cada festejo importante de nuestras vidas, como fiestas de 15, casamientos, etc. Pasaron de trabajar en 3 eventos por fin de semana, a facturar cero.
Camarógrafos, fotógrafos, decoradora, iluminación y disc-jockey, son algunos de los que se vieron obligados a reinventarse y a trabajar de lo que surgía para subsistir.
Eduardo Clair, se dedica a la iluminación y sonido, trabaja en presentación de espectáculos, otro sector golpeado por la pandemia y esto lo llevó a buscar la forma de sobrevivir. “Esto fue facturación cero. Pasamos a no generar absolutamente nada. Nosotros vivimos del espectáculo, es nuestra forma de vivir, asi que nos tuvimos que reinventar”
Ricardo Mutti es fotógrafo hace más de 30 años y de la noche a la mañana tuvo que cerrar el bolso y esperar. Tratando de mantener la mente ocupada buscó varios “frentes” para poder sortear el momento. “Fue un golpe del día a la noche. Yo tenía fiestas el año pasado el 20 y 21 de marzo y una semana anterior cortaron todo”, recuerda Ricardo.
“Empecé con velas, con arreglos de flores, pero nada que ver una cosa con la otra. Nada que ver con hacer tres fiestas por fin de semana” cuenta Andrea Navales, que se dedica a la ambientación de eventos. La pandemia la puso al frente de la Cámara de Proveedores de Eventos de Bahía Blanca, un grupo del rubro que se vio realmente perjudicado y buscó darle salida a la situación, como por ejemplo, presentando los protocolos para poder trabajar.
“Al principio se pensaba que en una fiesta, era el personal de la cocina y los mozos. La realidad es que una fiesta es muchísima cantidad de gente. Entonces es muchísima la gente que no está trabajando” señala Andrea.
Guillermo Martínez es fotógrafo y Alejandro Borel,disc-jockey, ambos decidieron armar un emprendimiento de fabricación de muebles y herrería. Alejandro comenzó a los pocos meses de iniciada la cuarentena, mientras que Guillermo en ese tiempo se dedicaba a realizar trabajos de pintura. Allí decidieron unirse para poder seguir adelante.
Distintas historias y realidades pero coinciden en la fuerza para seguir adelante, esperando a que el sector se reactive para volver a disfrutar y vivir de sus pasiones.
