El rubro gastronòmico sigue sufriendo el impacto que le provocan las restricciones.
Adrián Literas, empresario gastronòmico de la ciudad, manifestò su postura al respecto. “Cualquier restricción nos perjudica, esta es una decisión intermedia que nos complica pero no nos tira tan abajo como el año pasado”.
En cuanto a las ventas, señaló que seguramente la facturación ha bajado entre un 20 y un 30% con estas medidas, y si bien tuvieron un verano muy bueno, no han recueperado todo lo perdido durante la pandemia.
Una de las normas del protocolo para el funcionamiento de los bares y restaurantes es el cierre a las 23hs y un aforo del 30%. ” La idea es que, a lo ultimo, la gente venga entre las 22 y 22.15hs. De esa forma pueden comer y pasar un buen rato de 45 minutos o una hora. En cuanto al aforo no es un tema menor pero no es tan complejo ya que con las r4estricciones horarias ya tuvimos una baja”.
“Acá lo que te mata es la incertidumbre no las medidas”, concluyó.
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