Los vecinos que viven en las cuadras alrededor del Paseo de las Esculturas continúan muy enojados con los jóvenes que realizan fiestas en dicho espacio público.
Ante la dificultad de desalentar las celebraciones por el escaso personal de fiscalización, por sus propios medios deciden tomar medidas para evitar que los adolescentes se descontrolen.
Según contó un grupo de vecinos a Canal Siete, tomaron la determinación de armar “una valla humana para que no les orinen las paredes”. Esto consiste en que varias personas se sientan en sus reposeras, formando una fila durante las horas de la madrugada alertando a los chicos que no pueden pasar a hacer sus necesidades en las propiedades.
Además, las picadas, la música y las personas alcoholizadas no dejan tranquilos a los habitantes de la zona.
Si bien las autoridades prometieron atender su reclamo, aún no está resuelto y los vecinos ya advirtieron que continuarán así hasta que se solucione.