Las fiscalías federales de nuestra ciudad trabajan en 10 causas vinculadas a la organización de fiestas clandestinas durante la pandemia de Coronavirus. Los responsables de estas reuniones ilegales podrían ser condenados a una pena de hasta 2 años de prisión.

En líneas generales, todas las investigaciones se iniciaron de la misma manera: hubo una denuncia a la policía, clausura del municipio y actuaciones del Tribunal de Faltas.

La justicia investiga la violación, por parte de los organizadores de las fiestas, del artículo 205 del código penal. La norma indica que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.

Los investigadores apuntan contra las reuniones en donde se cobran entradas y se realiza la venta de bebidas. Esto puede ser en espacios cerrados o al aire libre.

Otro punto que consideran clave a la hora de profundizar investigaciones es que en esos encuentros no se respete el distanciamiento social y, además, que se desarrollen entre la 1 y las 6 de la mañana.

¿Qué pasa con las fiestas de la playa?

Otra situación que generó polémica durante este verano fue la proliferación de fiestas que se realizan en espacios públicos. Las más notorias son las organizadas en las playas. Ante estas situaciones, voceros de la fiscalía federal aclararon que se le pide a la Policía que actúe y que evite que aumente el número de personas que participa de esa situación. Aquí no hay un organizador definido, sino que las invitaciones suelen difundirse por redes sociales. Tampoco hay venta de alcohol y no se cobran entradas.