En 1894 en Utah, Estados Unidos, a través de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se creó Family Search, con el propósito de ayudar a las personas a conocer quiénes fueron sus antepasados.
Desde sus inicios, la organización se dedica a conservar los registros de toda la familia humana con el objetivo de compartirlos y facilitar a las personas a conocer sus antepasados a través del acceso a los registros.
Es una organización sin fines de lucro en la que voluntarios se dedican a transcribir registros históricos y a ayudar a las personas a acceder a los datos de sus antepasados. Su lema es que la familia es eterna y da el significado a la vida, por ello es que mantienen latente la voluntad de colaboración y asesoramiento a todos aquellos que deseen conocer a sus ancestros.
Para ello, ofrece registros genealógicos, educación y software de última generación, datos que son operados y recopilados por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, todos de acceso gratuito.
Según comentó Nilda Baridón, una de las integrantes de la iglesia y voluntaria de Family Search, la mayoría de las consultas las realizan las personas que se encuentran en vías de solicitar la ciudadanía de la Comunidad Europea. Comentó que a veces solo llegan con el apellido del familiar y allí empieza su tarea de ayudar a realizar la búsqueda para que consigan la documentación que necesitan.
Los documentos expuestos son registros de nacimiento, matrimonio y actas de defunción. Los voluntarios, además de ayudar a los demás, cumplen la tarea de digitalizar dichos registros para que después los interesados puedan leerlos y encontrar la información que deseen.
A veces si hay algún dato que no encuentran, es recomendable chequear dentro de 10 o 15 días, ya que permanentemente los voluntarios están transcribiendo el material y lo que no se halló antes, puede ser encontrado con el correr del tiempo.