Muchos lo conocen por cargar bolsas mientras va junto a su dueño por las calles céntricas de la ciudad, pero sabe hacer mucho mas que eso. Simón es un perro de raza Schnauzer grande, pesa más de 55 kilos y es mejor amigo de Carlos, un bahiense que vivió muchos años en Europa y ahora regresó a su lugar natal.
Simón fue un regalo por parte de su veterinario y de allí nunca más se separó de su dueño. Hoy lo acompaña a todos lados y muchos vecinos ya le tomaron cariño.
“Sabe hacer de todo”, dice Carlos mientras se toma un café en un comercio “pet friendly”, donde Simón en bien recibido y está echado.
Al grito de “vamos Simón” el can inmediatamente busca su correa y se la entrega a su dueño para empezar el paseo.
Si bien hay lugares donde se acepta el ingreso de mascotas, hay muchos otros en que no. “En los lugares donde no lo deja entrar, él me espera afuera, como en el banco o el supermercado” asegura y menciona además que el personal de seguridad ya simpatiza con Simón.
Al hacer compras, el can lo espera afuera de cada comercio y una vez que sale, le insiste a Carlos para poder ayudarlo y cargar las bolsas, momento en que todos por la calle observan a Simón con una sonrisa.