Francesco tenía 7 años cuando lamentablemente falleció producto de una leucemia. Sus padres Claudio y Verónica aseguraron, “era puro amor y alegría”.
Hace 2 años que Fran no está y el sueño de sus papás era armar un corazón para juntar tapitas a beneficio de Ayuda-Le, la institución que los asistió durante su duro trance.
La Peña de Boca, hizo posible ese sueño, y hoy a unos días de colocado en Coulin 811, el corazón está repleto, tanto con el de los papás de Fran.
Concientizar de que se puede ayudar a quienes transitan por este camino largo doloroso y muchas veces costoso, es la meta de esta familia que, entre el dolor por la pérdida de su hijo decidió levantar en alto la bandera de solidaridad y la contención para quienes atraviesan un duro momento.