El drama de Javier Barrera, un trabajador de la construcción, lo hace de manera independiente y el 14 de febrero de este año, mientras hacía una “changa” en la colocación de unos carteles en Bravard al 700, se cayó de una escalera y golpeó su cabeza.
Estuvo 21 dias en coma inducido, tuvieron que hacerle una traqueotomía, y tuvieron que sacarle parte del cráneo. Actualmente está a la espera de su prótesis, pero en tiempos de pandemia esas cirugías no se están haciendo, no le dieron fecha y el tiempo sigue pasando para su salud.
En los últimos años ha realizado talleres de educación y formación organizados por el municipio, además talleres en la cárcel, instituciones barriales y centros de contención de iglesias evangélicas.
Su mayor preocupación por el momento es no poder volver a la actividad, no solo por la cuarentena, sino además porque físicamente no está bien para hacerlo sin esa placa que necesita, “siento que en algunos movimientos al no estar el cerebro acomodado, me empiezo a descomponer” dijo Javier.
“No recibí el IFE, no tengo ningún ingreso, es todo muy burocrático, pero no pido comida ni plata, no me interesa el subsidio, solo quiero que me operen para volver a trabajar” añadió.