El 13 de marzo iba a ser el momento del debut para el CIRQUE XXI, pero tan lejos quedó esa fecha, que para algunos parece que hubiera pasado una eternidad, sin embargo, tan solo van menos de dos meses y 48 personas quedaron con sus casillas rodantes en Bahía Blanca a raíz del aislamiento obligatorio en la Argentina.
La pandemia por el Coronavirus afectó la actividad y la carpa por ahora luce sin el color de los artistas, que solo les queda resguardase y esperar en el interior del Parque de Mayo.
De todos los rincones del país, incluso de otras nacionalidades son las 15 familias, algunos con sus hijos y buscando cómo sobrellevar una etapa económica difícil. Algunos decidieron a salir a vender productos para solventarse. Además afloran momentos importantes, como el de Gabriel Credidio, el encargado de Relaciones Públicas del circo, que será abuelo por primera vez de la mayor de sus hijas, que también participa del espectáculo circense y por los tiempos, será en un hospital bahiense.
Pasan los días y la vida sigue ahí para ellos, esta gran familia del circo, que espera el regreso al escenario, pero que no olvidarán este momento en sus vidas.
