Sergio Moragues, dedicó buena parte su vida adulta al derecho mercantil, pero su destino donde se siente cómodo es a varios kilómetros de distancia, en un terreno de dos hectáreas en Monte Grande, partido de Esteban Echeverría.
Cuando se mudó a Nuñez, “tenía ganas de adoptar un perroviejo que la estuviera pasando mal” y empezó una búsqueda de refugios a través de las redes sociales. Eventualmente, su entonces esposa y él dieron con El Campito, un lugar que se distinguía por ayudar a animales discapacitados, luego pasó a ser muy importante para ese lugar y una persona de consulta permanente con respeto a la importancia de la tenencia de perros.
Llegó a Bahía Blanca para hablar de jornadas de derecho animal con especialistas y referentes en la temática.