Esta mañana se realizó una pericia esencial en el marco de la causa que investiga de la muerte del obrero Gabriel Burgos Melo, ocurrida el 6 de noviembre de 2016 tras el derrumbe que se produjo en la obra que se llevaba a cabo en Soler al 100. Quedó determinado que la zanja que se realizó para realizar el tendido eléctrico superaba el metro 20 de profundidad, por lo que la empresa MAPSA debió haber extremado las medidas de seguridad para evitar la tragedia.
El derrumbe fue el 6 de noviembre de 2016 en la obra que se llevaba a cabo en Soler al 100. Ahí quedaron atrapados los obreros Gabriel Burgos Melo, Hernán Olivares, José de la Iglesia y Juan González. Los cuatro fueron rescatados, pero Burgos Melo murió horas después.
Los empleados trabajaban para Mapsa Ingeniería que hace un tendido eléctrico para el Hospital Privado del Sur.
Si una zanja no supera 1 metro 20 centímetros de profundidad, las medidas de seguridad son mínimas porque no hay peligro de muerte. Cuando sí lo supera, hay que tomar medidas extremas y presentar otro programa de seguridad
Esta mañana se rompió el asfalto para determinar a qué profundidad estaban colocados los caños de la red de media tensión. Estaban a 1.27 de profundidad.