Ismael Belisle encontró 2 proyectiles de mortero mientras ayudaba a un amigo a limpiar un galpón en calle Charcas, cerca de la cancha de Bella Vista. Estuvieron más de 20 años en ese lugar.
El hombre se llevó sin saber las bombas junto a otras cosas en la caja de su camioneta y al llegar a su casa, en Rosales al 2400, se dio cuenta de que eran explosivos, por lo que llamó a la Policía.
Se trataba de 2 bombas aeronavales de 80 milimetros, según pudieron corroborar agentes especializados en explosivos. Las bombas fueron trasladadas a un descampado donde se detonaron.
Por otra parte en Rosales 354 se encontró un explosivo cerca del Cementerio. Fue hace unos días atrás, tras enterarse de lo sucedido en las últimas horas, llamó a la policía, para que se acercaran a ver lo que había encontrado y que nunca pensó en que podría llegar a estar activado.
Por eso división de explosivos se acercó a la vivienda Leonardo Anderete, en Rosales al 300. Había decidido tener como recuerdo, pero nunca tomó la dimensión de la peligrosidad.