Mandy es una jóven que quedó grave en julio de 2012 tras inhalar monóxido de carbono como consecuencia del presunto funcionamiento deficiente de un calefactor. Esto ocurrió en una casa ubicada en inmediaciones del barrio Pacífico. Ese día una compañera que vivía con ella falleció. Ella estuvo internada en grave estado durante un mes y quedó con muchas secuelas.
Durante varios años, Mandy y su familia lucharon para conseguir una silla de ruedas adecuada para su condición, ya que tenía una que se fue deteriorando con el tiempo. Hicieron bonos contribución, sorteos y eventos para juntar fondos y asi adquirirla.
Finalmente, luego de siete años Mandy obtuvo su silla, gracias a una señora de Tres Arroyos que conoció su caso y decidió ayudarla. Esta le permite ser más independiente y movilizarse sola.