Llega el invierno y aumentan las semanas críticas en cuanto a enfermedades respiratorias. Los virus circulan y las consultas médicas aumentan.
Ante esta problématica, solo para los grupos de riesgo, la solución es vacunarse. Estos son los bebés de entre seis meses y dos años; las personas entre dos años hasta 65 que posean alguna enfermedad crónica o que tomen algún medicamento que pueda alterar su sistema inmunológico, los mayores de 65 años en general y también las puérperas y embarazadas.
Las personas que son sanas y sin patologías que lo condicionen, no tienen necesidad de aplicarse la vacuna. Pero si hay otras precauciones que colaboran para no contraer estas enfermedades: Lavado de manos, ventilación de ambientes, toser o estornudar en el pliegue del codo, utilizar alcohol en gel y no ir a las guardias en situaciones vanas para evitar contagios.
De todos modos, cada situación es diferente, debe consultarse con el médico y de esta manera ver si pertenecen a los grupos vulnerables.