Una mujer octogenaria, que vivía en una vivienda con 10 perros (más siete cachorritos recién nacidos) en la primera cuadra de calle Paraná, terminó internada en un geriátrico tras padecer Alzheimer.
Los animales quedaron a cargo de Andrea Villar. Ella es proteccionista independiente y le llegó el caso por medio de una vecina.
Andrea recibe donaciones para mantener a los caninos provisoriamente ya que el fin que tiene es darlos en adopción.