Sandra Lagleyse, tiene un local en Villarino 18. Cuando llegó a ese lugar los perros estaban ahí y solo les dan de comer y les tiraron unos colchones junto a otras vecinas. Están castrados y con las vacunas al día. Según menciona no molestan a nadie, aunque para algunos es “poco estético”.
Solo pide que se los respete, aunque teme por si alguien les hace algo.
Esta entrada ha sido publicada el 27 de marzo, 2019 18:57
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