Bahía

Llegó el Príncipe de Dinamarca a Bahía Blanca

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El príncipe Federico de Dinamarca, fue recibido por el intendente bahiense Héctor Gay. Entre otras actividades que lleva realizadas en nuestro país, en las horas que estará por la ciudad, estará en la inauguración de un parque eólico.

Más tarde viajará a Tandil con la reina Margarita II, para distintas actividades de la comunidad danesa.

En Dinamarca los reyes no eligen su nombre. No tienen opciones. Al menos no varias. Son solo dos: pueden llamarse Cristian o pueden llamarse Federico. Pero no pueden optar por uno y otro. Están presos de la alternancia. Así es desde 1513. Por eso, cuando la reina Margarita II de Dinamarca quedó embarazada no tuvo otra opción: era 1968 y debía llamar a su hijo Federico. Así lo hizo.

Federico, quien está en la Argentina como parte de la comitiva de la reina, fue el primogénito rebelde de la corona danesa, lo que lo convertirá en el próximo monarca de Dinamarca.

Criado por niñeras e institutrices, durante los primeros años de su educación tuvo maestras que iban a su casa, el palacio. A sus padres Margarita y Enrique los veía poco y cuando lo hacía debía estar impecable, como recién bañado. Después ingresó al colegio Krebs, una institución elitista típica de los de su clase.

Se hizo fanático del rock, de los deportes, de autos de carreras, de las motos, de la velocidad. Se ganó el apodo de “Príncipe Turbo” porque una vez lo arrestaron cuando manejaba demasiado rápido. Tuvo muchos amores. Tuvo relaciones con actrices, con modelos, con cantantes. Ninguna aprobada por su madre.

Estudió Economía y Derecho en la Universidad de Copenhague y, a principio de los 90, continuó sus estudios en Harvard, Estados Unidos.

Esta entrada ha sido publicada el 20 de marzo, 2019 09:03

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