Argentina finalizó el año 2018 como uno de los países con mayor carga tributaria del mundo. Esta conclusión surge del último informe que realizó el Banco Mundial sobre presión fiscal (Paying Taxes 2018) sobre un universo de 190 países.
El informe no solo tiene en cuenta la cantidad de impuestos que tanto una persona o empresa debe pagar, sino que incorpora en el análisis la cantidad de trámites, el tiempo burocrático en la presentación de los impuestos.
Es decir, tenemos la mayor cantidad de impuestos y el costo tributario medido en trámites y tiempo destinado a pagar al sector público más alto entre los diez países que conforman la región. Argentina en su haber tiene alrededor de 100 tributos entre Impuestos Nacionales, Provinciales y Municipales.
No sólo este indicador evidencia el peso que los contribuyentes deben soportar sino que este nivel impositivo no incentiva la inversión privada, abre la puerta a la informalidad de la economía y aumenta las chances de que las empresas migren hacia naciones más competitivas. Este combo vicioso genera que las empresas tengan menor rentabilidad y eso repercute directamente con la capacidad de inversión y por consiguiente con la demanda de trabajo. Si las compañías no generan suficientes utilidades, no van a poder comprar bienes de capital o expandirse y con esto la contratación de mano de obra quedará relegada.
Esta entrada ha sido publicada el 27 de febrero, 2019 20:48
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