Los rigurosos controles de seguridad dispuestos para el G20 no solo se concentrarán en la Capital Federal. El Gobierno también tendrá puesta la mira en los pasos y fronteras para evitar el ingreso a la Argentina de personas con intenciones de generar disturbios durante la cumbre que reunirá más de seis mil visitantes de las 34 delegaciones que llegarán al país.
García le detalló al Presidente los sistemas que ya están en funcionamiento y que se utilizarán para detectar posibles “infiltrados”. Entre ellos se destacan la Información Anticipada de Pasajeros, que permitirá trabajar sobre los antecedentes de quienes arriben a la Argentina vía aérea. En este sentido, se podrán tener datos de la persona desde el momento en que realizó la reserva de los pasajes.
A esto se sumarán las puertas biométricas y la utilización de información del Registro Nacional de las Personas y del Registro Nacional de Reincidentes para argentinos, según consignó La Nación.
Los ataques por parte de grupos anarquistas en el cementerio de la Recoleta y en la casa del juez federal Claudio Bonadio, sumados a las amenazas telefónicas en distintas embajadas, generaron un clima de tensión en el Gobierno y obligaron a un nuevo ajuste en las fronteras del país. En la Casa Rosada entienden que será imposible evitar protestas pero buscarán que ninguna de ellas altere el normal funcionamiento y desarrollo del G20.
El operativo de seguridad en la Ciudad incluirá 22 000 efectivos que custodiarán lo que ocurra dentro y fuera de las áreas restringidas para la realización de la cumbre y los traslados. Todas las fuerzas entrarán en acción. El dispositivo incluirá la colaboración de la Fuerza Aérea que custodiará con sus aviones caza los cielos de la Capital y sus alrededores.
Esta entrada ha sido publicada el 22 de noviembre, 2018 10:14
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