El Fiscal Federal Horacio Azzolin aseguró que durante la investigación se pudo confirmar que la Gitana Paulina lideraba un clan que había generado un negocio en base a la venta de mujeres para matrimonios forzados y al trabajo infantil en la venta ambulante.
Azzolín dijo que además del caso de la chica que fue rescatada en la Estación de trenes, se está avanzando en una situación similar vivida por su hermana.
La joven habría evitado ser vendida para un matrimonio arreglado pagando una especia de “rescate”. Su novio debió abonar la dote que exigía Paulina. Entregó dinero, una camioneta y la chica tuvo que trabajar durante un año para la mujer. Así pudo casarse con la persona que amaba y no con quien había elegido su abuela.
También el fiscal aseguró que detectaron un circuito de explotación de los niños de la familia que salían obligados a trabajar en la calle hasta altas horas de la noche. “Se veían privados de alimentación suficiente, cuidados de salud y de educación. Esto era un negocio para la familia que se mantenían del trabajo que hacían los niños” explicó el investigador.
Los acusados pueden afrontar una pena de más de 10 años de prisión por los delitos de trata de personas y de reducción a la servidumbre, una de las formas de esclavitud moderna.
Esta entrada ha sido publicada el 1 de noviembre, 2018 10:08
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