El hecho de inseguridad fue el domingo, en un kiosco de Granada 743, en el barrio San Martín. Dos delincuentes ingresaron, uno a cara descubierta y el otro con el caso de la moto puesto, este último armado.
Le pidieron el dinero a la persona que estaba atendiendo y se llevaron hasta mercadería. No hubo violencia física. Cuando se estaban por ir, uno de los delincuentes se dio cuenta de la presencia de la cámara de seguridad y le disparó con el fin de romperla, pero no pudo.
Segundos de mucho temor se vivieron. Aún no se pudo dar con los ladrones.