Ayer comenzó en General Roca, Río Negro, el juicio político contra el suspendido juez de Ejecución Penal N° 10, Juan Pablo Chirinos. Se trata del magistrado que en 2014 le otorgó salidas transitorias a Jonathan Luna, quien dos años después asesinó a Micaela Ortega, de 12 años.
En la primera jornada se escucharon 19 testimonios, entre ellos el de Mónica Cid, la madre de Micaela. El miércoles será el turno de los alegatos, la deliberación y la sentencia. Las posibilidades que tiene delante suyo el juez son la suspensión, la destitución o la absolución. Si se lo suspenden regresaría a su despacho en breve, ya que se encuentra en ese estado desde el 17 de abril y ya se cumple el periodo máximo estipulado.
A solicitud del Procurador General, Jorge Crespo, Cid rememoró su encuentro con el magistrado. La mujer contó que le reprochó al magistrado por la muerte de su hija. En la conversación Chirinos se exculpó y le mostró una fotografías de sus propios hijos. “Le dije que no estábamos frente a la misma situación porque sus hijos estaban vivos y la mía estaba muerta”, señaló Cid.
La madre le exigió a los miembros del Consejo de la Magistratura de la Segunda Circunscripción que “destituyan” al juez. Según la mujer, Chirinos conocía los antecedentes de otros dos ataques sexuales de Luna en Choele Choel (Valle Medio de Río Negro) pero no los tomó en cuenta a la hora de otorgarle las salidas transitorias. “Luna no era un ladrón, era un violador”, remarcó Cid. Y agregó: “Necesito justicia y quiero la destitución de este juez inoperante”.
Al juez se le cuestionan su accionar en otras dos causas. Las de Ramón Geldres y Luis Alejandro Lara. Al primero le otorgó salidas laborales en 2012. Un año más tarde, Geldres mató al comerciante de Cipolletti Claudio Araya. Lara fue liberado en agosto de 2017, luego de estar preso seis más de lo que le correspondía. Quince días después asaltó un colectivo de la empresa 18 de Mayo de General Roca, tomó de rehén al chofer y se tiroteó con la Policía.
El juez tuvo la oportunidad de defenderse por primera vez ante el Consejo de la Magistratura. Está representado por su padre, Juan Carlos Chirinos, Oscar Pandolfi y Alberto Bovino. En su alegato, aseguró que en las tres oportunidades había actuado según establece la ley de Aplicación de Penas.
También subrayó que en la situación de Luna tenía parte responsable el juzgado de Instrucción de Choele Choel, a cargo del entonces subrrogante Julio Martínez Vivot. Este juez sometió a Luna a una rueda de reconocimiento los días 16 y 17 de diciembre de 2014. Una joven lo identificó como el autor de una agresión sexual. Aun así, el joven accedió a las salidas transitorias.
En su acusación, el procurador general Jorge Crespo le recriminó a Chirinos no haberse entrevistado en persona con Luna. También subraya que estaba al tanto de las causas por abuso sexual y que debió manejarse con mayor prudencia tomando en cuenta los datos sobre la mesa. “No puedo tener prudencia por las causas de otros juzgados”, le contestó Chirinos. El juez ya le había indicado al portal Todo Roca que tiene “la conciencia tranquila”. “Creo que las decisiones que tomé fueron con los elementos que tenía a mi alcance en ese momento y fueron las correctas”, indicó.
A mediados de diciembre de 2014, el juez Chirinos le otorgó salidas transitorias a Luna. Casi dos años después, el joven sedujo a Micaela haciéndose pasar por una chica de su edad a través de Facebook. La condujo a un descampado donde intentó violarla. Después la ató y la ahorcó.
Por el crimen, Luna fue condenado por el Tribunal Criminal N° 2 de Bahía Blanca a prisión perpetua y no podrá pedir la morigeración hasta pasados los 35 años de condena.
Fuente: Clarín
