El próximo aumento de las tarifas de gas, por aplicarse en octubre, rondará el 30%, siempre que el usuario no aumente el consumo respecto de los mismos períodos del año pasado. Fue la estimación que informó el Ministerio de Energía ayer, tras la realización de la primera audiencia pública para discutir la próxima reestructuración tarifaria.
Empresas distribuidoras de gas, asociaciones de defensa de los consumidores, representantes políticos y funcionarios de Energía debatieron en el Centro Metropolitano de Diseño de la Capital Federal sobre las distintas propuestas para definir la metodología de adecuación semestral del cuadro tarifario de este servicio.
El mayor inconveniente pasa por el gas “en boca de pozo”. Las productoras esperan recibir 4 dólares por ese producto. Para pagar esa cifra, las distribuidoras deberían aplicar un aumento muy superior al 30%.
Las distribuidoras quieren pagar el gas con un tipo de cambio fijo durante el semestre octubre-marzo. Las productoras en cambio, quieren percibir US$ 4 por millón de BTU y a un tipo de cambio flotante.
La devaluación trastocó todo los planes del sector. Desde abril, las distribuidoras vienen cobrándole a los clientes con tarifas pactadas con un dólar a $ 20. Pero el tipo de cambio fue superior y las productoras de gas quieren percibir por su fluido un importe que refleje la depreciación del peso. No hay acuerdo sobre eso.
La audiencia no es de carácter vinculante. La suba regirá desde el 1° de octubre.
Esta entrada ha sido publicada el 5 de septiembre, 2018 10:28
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