Con 38 votos en contra y 31 a favor, el proyecto por la legalización del aborto fue rechazado en el Senado. Después de una histórica sesión, la iniciativa no logró el apoyo necesario para convertirse en ley, ni alcanzó los consensos para obtener modificaciones y regresar a Diputados. Con este panorama, recién el año que viene se podrá tratar una medida idéntica en el Congreso.
Mientras los legisladores exponían sus posturas, hubo un intento de buscar un “plan B”, ya que el recuento marcaba una tendencia al “no”. En esa pelea estuvieron la neuquina Crexell y Perotti, quienes quisieron -sin éxito- convencer a sus pares de discutir la despenalización o la ampliación de una causal para habilitar la práctica. Es decir, un camino intermedio entre el rechazo absoluto y la legalización.
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