En medio del horror que encerraba la casa de la calle Güemes al 3.700, el lugar en donde el Clan Benítez encerraba, torturaba y abusaba de las mujeres, quedaron abandonados los tres perros que la familia usaba para someter a sus víctimas.
El Rottweiler adulto macho y una hembra mestiza, están en guarda, en un hogar transitorio. Por su parte, Sasha, la hembra Pitbull aún permanece en la vivienda de los Benítez y buscar urgente encontrarle lugar, ya que suele escaparse y los vecinos tienen el temor por los niños que andan por el sector.