Culminada la primera jornada del juicio a Jonathan Luna, acusado del femicidio de Micaela Ortega, los informes psiquiátricos dados a conocer no lo favorecerían. Estos serán ratificados por los profesionales que declararán ante el Tribunal Criminal 2 en las próximas horas
Luna presenta una personalidad claramente disocial (comportamiento crónico criminal, de manipulación y violación de los derechos de los demas).
“Se observa potencialidad estructural de daño, comportando riesgo para sí o para terceros”,
compatible con la comisión de los hechos que se le imputan”. “Puede observarse, el intento de empatizar con la víctima para ganar su confianza y no despertar sospechas”
“Implementa como estrategia de acercamiento el engaño y la simulación; para luego instrumentar otros mecanismos más ofensivos como ser la manipulación, el sometimiento y la extorsión, a fin de conseguir el objetivo que lo moviliza”.
Luna es un “psicópata, un depredador de su propia especie que emplea el encanto personal, la manipulación, la intimidación y la violencia para controlar a los demás y satisfacer sus propias necesidades egoístas”.
“…Este sujeto, resulta ser una potencial amenaza, pudiendo ser sus víctimas más vulnerables las mujeres…”