Un empleado de un taller de pastas casi pierde los dedos de una mano cuando sufrió un accidente con una máquina de hacer ravioles.
Adrián Arranz (27) sufrió fracturas en el dedo índice, cuando su mano quedó atrapada entre dos rodillos.
El accidente ocurrió en la fábrica de pastas que funciona en Dorrego 335.
El personal de Defensa Civil debió desarmar el aparato para liberar la mano del empleado.
Esta entrada ha sido publicada el 13 de septiembre, 2017 17:23
Deja un Comentario