Una mujer debió ser asistida por una crisis nerviosa luego de un incendio en un departamento del octavo piso de calle Zelarrayán 317.
Las llamas se habrían iniciado luego de que un perro, que estaba solo en la casa, tirara una estufa eléctrica sobre el pequeño colchón sobre el que dormía.
Los vecinos vieron salir humo del lugar y forzaron la puerta para poder sofocar las llamas. También llamaron a los bomberos y a Defensa Civil que completaron el trabajo. El fuego no se extendió hacia otras dependencias.
El edificios no cuenta con el servicio de gas. Camuzzi retiró el medido ante la sospecha de una fuga. Por eso todos los departamentos se calefacciones con artefactos eléctricos.