La causa por el homicidio del comerciante Ramiro Barragán abrió una nueva polémica entre la fiscalía y la jueza de Garantías Susana Calcinelli.
La pelea judicial se da ante las diferencias entre ambas partes por la calificación del delito por el que quedó detenido Gastón Figueroa, el segundo de los atrapados por el robo sangriento de Patricios y Líbano.
Para el fiscal Mauricio del Cero, Figueroa debe ser acusado, al igual de Juan Ortíz, de “Homicidio Criminis Causa”. Esa calificación podría llevarlo a una condena de prisión perpetua.
Sin embargo la jueza de Garantías Susana Calcinelli entendió que Figueroa debe ser imputado del delito de “Robo calificado”, que prevé condenas muy inferiores. Así, diferencia las responsabilidades de los dos acusados. Para la magistrada, Ortíz mató a Barragán para “facilitar otro delito (el robo) y procurar la impunidad para sí”. Mientras que sólo responsabiliza a Figueroa del robo perpetrado en el comercio.
Del Cero entiende que ambos acusados trabajaron coordinadamente y deben ser imputados por el mismo hecho, que terminó con la muerte de Barragán. En todo caso, sostienen desde la fiscalía, Figueroa debería ser imputado del “Homicidio en ocasión de robo”, cuya pena va de los 10 a 25 años de cárcel.