No importa dónde, sino con quién

El dónde define el punto de partida, la estética, la intuición y el humor con el que nos embarcamos en el viaje. Aun así, lo cierto es que eso ocupa un porcentaje mínimo. Lo que nuestra memoria más retiene y lo que hace que un viaje sea fabuloso son las experiencias que vivimos. Y gran parte de ello no lo genera ni el paisaje, ni el tiempo, ni la arquitectura que envuelve el regalo, sino la gente con quien lo compartimos, aquellos con quiénes nos cruzamos, las costumbres y lo dispuestos que estemos a adaptarnos a cualquier situación que se nos presente, sea esta premeditada o imprevista.

No importa si hace frío o si hace calor, si hay nieve o sequía, si son muchos o pocos kms. Lo que importa es estar juntos, es lo que dice Agustín Rodriguez Pons, un bahiense que un día se fue en bicicleta con su mascota Frida.

Fueron varios meses, donde Agustín tuvo una compañía especial, no tenían diálogo, pero qué importa, si con solo mirarse se entienden. Su carrito atrás de la bicicleta con Frida y a pedalear. Conocer, disfrutar y vivir una experiencia distinta.

Pese a que no sabía si volvía, está de regreso en la ciudad, pero no por mucho tiempo.
Y como si fuera poco, ya planea un nuevo viaje, otra vez en bici, pero esta vez hacia el norte, junto a su inseparable Frida, pero se suma su novia Marianela.

Ella, no tiene experiencia ciclística de varios kms, pero sabe que será un viaje único, y una experiencia inolvidable.

No importa dónde, sino con quién, Marianela, se subirá a su bici y junto a Agustín y Frida, encararán una nueva travesía. Dicen que el amor es más fuerte. Y hacía allá van, los tres unidos.