Mañana martes en en el juzgado correccional N°2 a cargo del doctor Gabriel Rojas, El doctor Oscar Gustavo Casalini, el anestesista José Luis Calió, el dueño de la clínica Roberto Eduardo Baroni y la técnica radióloga Gladys Susana Rivadeo irán a audiencia previa a juicio, por la muerte de una paciente que se contagió el virus de hepatitis c en la clínica ubicada en Gorriti 371.
Los cuatro están imputados de los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas en una causa que además cuenta con cinco personas que sufrieron secuelas graves.
Mónica Graciela García Suárez fue la paciente fallecida. en tanto, Victoria Giaggiotti, mariano Palma, Mario Engraf, Valeria Zappacosta y Gastón Piazza contrajeron el virus y durante varios meses debieron ser sometidos a un extenso tratamiento para recuperarse.
Motivos investigados por la fiscalía, pudieron ser dos: la reutilización de objetos descartables en la sedación o el incumplimiento de las normas de protocolo sobre la limpieza y desinfección de los aparatos endoscópicos.
Para el primero están los dichos de varios pacientes que se atendieron en esas fechas constituyen un fuerte indicio de las condiciones generales y de higiene de la clínica. además conocedores manifestaron que el suero y la vía “estaban usados”. también esto se relaciona con la falta de desinfección de los endoscopios y colonoscópicos.
Para el segundo motivo: testigo remarcó como sorprendente la cantidad de gente que entraba y salía de las salas donde se practicaban los estudios.
de cumplir con todas las medidas de seguridad de esterilización y desinfección (trámite que demanda unos 30 minutos), no hubiera sido posible, en el horario de atención previsto, realizar 22 estudios el día 5 de septiembre de 2012 y 14, el día 10.
En diciembre del año pasado la Cámara de Apelación y Garantías en lo penal, revocó el sobreseimiento del director médico del instituto de diagnóstico digestivo Dr. Baroni, por lo que volvió a ser imputado.
Esta entrada ha sido publicada el 10 de julio, 2017 17:16
Deja un Comentario